viernes, 3 de julio de 2009

Muy buena literatura


El pasado fin de semana tuve que volar a Santander para impartir una clase en la Universidad de Verano a un grupo de jóvenes preocupados por la divulgación de la ciencia. Alojado en casa de una muy buena amiga y buscando algo para leer, me encontre con la trilogía completa de Millennium.
¿Por qué no? me dije. Agarré el primer libro y lo he soltado ayer. De un tirón, salvando los paréntesis propios de una familia a la que hay que atender (algún día escribiré algo sobre como detrás de cualquier gran escritor hay una extraordinaria mujer).
¡Qué buena novela!
Yo no soy crítico de profesión (¿existe esa profesión?) sino editor. Pero ante todo, soy un empedernido lector, por virtud y por vicio. Y como lector os digo que he disfrutado enormemente con la lectura de Los hombres que no amaban a las mujeres, primer libro de la trilogía.
Comenzando con el título, algo extraño en los tiempos que corren pero que, poco a poco, según lees comprendes lo profundo, lo entrañable, que se esconde en el título. "En Suecia el trece por ciento de las mujeres han sido víctimas de una violencia extrema fuera del ámbito de sus relaciones sexuales" (introducción a la tercera parte).
Stieg Larsson nos describe un claroscuro de la socidedad sueca del siglo XXI. Una familia con gran poder económico y político algo venida a menos, que oculta multitud de secretos inconfesables. Precisamente el dilema moral que atraviesa de arriba abajo al periodista Mikael Blomkvist ante la posibilidad de revelar un secrteto es uno de los hilos conductores más finos que he leído nunca.
Una novela muy alejada de esas catedrales sometidas a fuertes vientos cuyos pilares no aguantan, o de esos demonios enfrascado en especulaciones sobre si tal o cual código nos acerca a la verdad.
El autor nos describe una serie de personajes a través de la novela que los hace cercanos, inteligibles, llenos de ternura o de la más terrible lucidez sádica. Escoje o dedicar 10 páginas a describir un personaje sin que te aburras y volver 200 más adelante a añadir algún detalle de su personalidad que te hace profundizar en su alma, o presentar al patriarca de la familia Vanger a través de las 665 páginas sin que sepas muy bien como es dicho individuo.
La novela es dura, muy dura, quizás de lo más fuerte que he leído nunca. Dudo que muchos lectores no se hayan saltado párrafos completos del tipo:
"...abrió la boca para gritar. La cogió del pelo y le metió las bragas en la boca. Luego la colocó algo en los tobillos, le separó las piernas y se las ató dejándola completamente indefensa. Le oyó moverse...Luego experimentó un terrible dolor cuando le introdujo, violentamente, un objeto por el ano."
Evidentemente, no amaba a las mujeres este sádico violador. Un párrafo que no es precisamente el más duro y que refleja, de forma extrema quizás, lo que muchos hombres piensan sobre las mujeres.
Una trama conductora que es penetrada por otras tres que siendo independientes, tienen nexos comúnes. Y lo más sorpredente de todo ello es que son casi 200 páginas para el desenlace. Nunca había tenido en mis manos un libro al que no le sobrara ninguna página. Si alguien os molesta durante la lectura de estas 200 páginas, mandarle al carajo.
"El dieciocho por ciento de las mujeres de Suecia han sido amenazadas en alguna ocasión por un hombre" (introducción a la primera parte).
Y ya paro porque si continuo escribiendo os digo como es Lisbeth Salander.

Jorge Ruiz

3 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

Pues vas a pasarlo en grande con la segunda y tercera parte...

Inazio Claver dijo...

a mi me lo recomendaron hará un par de meses, pero el titulo no es que me atrajera precisamente. Pero fue cogerlo, y como tu dices, practicamente ni soltarlo. La verdad es que hay algunos párrafos duros, pero el libro es impresionante. Por cierto, me encanta el blog :)

jorge dijo...

Gracias Joe, espero poder leer los tros dos.
Inazio, gracias por tu comentario.
No he podido leerlos antes por las "tareas propias de mi sexo"; es decir niños y otros animales con cerillas y gasolina.