martes, 28 de julio de 2009

Gusanos de arena


Hace unos días terminé la última novela del tádem Herbert y Anderson, Gusanos de arena de Dune, después de acabar con la segunda de Millenium (de la cuál hablaremos más adelante, si es que el Sol no me torra el cerebelo).
La, por ahora, última novela de la franquicia me ha satisfecho parcialmente, o dicho de otro modo, me ha decepcionado un poco. Vayamos por partes.

Evidentemente forma un cuerpo único con su predecesora Cazadores de Dune. Por ello recomiendo que se lea antes ésta para poder entender mejor el contexto y los personajes.
El contexto, sin desvelar gran cosa de la trama, es el enfrentamiento final entre el Enemigo y la Humanidad (en el sentido de todas las razas de la Galaxia). Las dos líneas de acción principales transcurren entre la necesidad de Murbella de urdir una alianza con todos los sistemas para enfrentarse al Enemigo, y el continuo peregrinar de la no-nave dirigida por Duncan para escapar de la red de taquiones de los ancianos.
Ya muchos sospechábamos qué de quién huían las Honoradas Matres era de las máquinas, cuestión que queda casi patente en Cazadores y que se desvela en esta.
Sin embargo, me parece muy artificioso la unión entre las precuelas varias con el final (?) de la saga. Dar un salto de 15.000 años para unir al Omnium y Erasmo de la Batalla de Corrin, con este enfrentamiento final hombre/máquina, es algo forzado. Le sobran 150 páginas, las que se han usado para hilvanar, coser y pegar este bucle histórico.
También, para los amantes de la opera space, desilusiona un poquito que la tan esperada batalla final, el Kralizec, se despache en unas pocas páginas.

Sin embargo, la novela entretiene, y mucho, en ciertos hallazgos novedosos:
a) la variedad de gusanos: de mar, blindados,...
b) planetas de la dispersión que cazan gusanos.
c) la rebelión de ¡¡los navegantes!!
d) unos gholas que se pretenden indispensables para el enfrentamiento final y...
e) unos Danzarines Rostro llenos de sutilezas.
e) un juego de despiste para adivinar quién es el Kwisatz Haderach.
f) la conversación de Erasmo con el Kwisatz Haderach sobre la relación hombre/máquina y la posibilidad de que existan más "Erasmos" en un futuro.

¿Podemos pensar una continuación con un Kwisatz Haderach más poderoso de lo que se pensaba y una nueva alianza hombres/robots?
En mi opinión, si esta pareja quiere continuar ganando dinero (y entreteniendo) deberán ser más ambiciosos, olvidándose de fechas y personajes, y saltando a... ¿otra galaxia?

En resumen, esta novela es recomendable aunque me ha dejado un cierto regusto amargo.

Jorge Ruiz

martes, 7 de julio de 2009

¡España es una fiesta!


¡Señoras y señores, pasen y vean un país en fiestas!
Así es, si así os parece. Ha comenzado los sanfermines y ya tenemos el circo mediático en funcionamiento.
¿Se han parado Vds., respetable público, a pensar cuantas ferias, fiestas y demás hay en España?
Existen a 1 de enero de este año, 8.112 municipios. Me niego a calcular cuantas fiestas habrá, ya que no es una por municipio si no que en algunos casos se repiten según el santo de que se trate. Si le sumamos las diversas romerías, semanas santas y otros varios, nos vamos...
Si embargo yo me tiro de los pelos (de los pocos) ya que para la gente de bien no existen en primera división nada más que dos: la Feria de Sevilla y San Fermín en Pamplona. En segunda militan a larga distancia, las Fallas, la semana grande de Donosti, San Jordi (por el asunto de los libros) y alguna otra. Luego en tercera, pero con cierta repercusión mediática, las barbaridades culturales y de rancio abolengo como los toros embolados, la cabra que se tira desde un campanario,...
Todos los años me pasa lo mismo, comienzo a cabrearme en abril con los señoritos andaluces y sus gitanas a caballo y no paro hasta ver a esa muchedumbre de suicidas corriendo delante de los toros con la bendición del santo.
¡Ah! que es el turismo. No me había dado cuenta de los intereses económicos que están en juego.
Saben Vds. que muchas fiestas de pueblo, cuyo santo no cae en los meses del estío, el alcalde de turno se inventó una (la que sea) para que los emigrantes vuelvan a gastarse la pasta saludando e invitando a cervecita a sus parientes.
¡Pasen y vean un país en fiestas!

Carlos Muñoz

lunes, 6 de julio de 2009

Las cosas de palacio van despacio...



... y las del Vaticano, ni te cuento.
El prefecto del Archivo Secreto Vaticano, el obispo Sergio Pagano, ha dicho que la Iglesia corre el riesgo de comportarse en temas como el de las células madre, la genética y los descubrimientos científicos con "los mismos prejuicios" que tuvo hacia Galileo, y ha pedido "prudencia".
Bien.
Estas manifestaciones las ha realizado durante la presentación del nuevo libro que recoge las Actas del proceso a Galileo Galilei, "Los Documentos vaticanos del juicio a Galileo Galilei 1611-1741".
Y añade (siempre hay una coletilla), "[...]En Roma (el Vaticano) las cosas llevan su tiempo".
¡Casi 400 años, ahí es nada!
Como somos buena gente estamos dispuestos a perdonar este pequeño retraso, pero animamos a que dicho reconocimiento se haga extensivo a otros cuyos nombres aún están anatemizados.

Carlos Muñoz

viernes, 3 de julio de 2009

Muy buena literatura


El pasado fin de semana tuve que volar a Santander para impartir una clase en la Universidad de Verano a un grupo de jóvenes preocupados por la divulgación de la ciencia. Alojado en casa de una muy buena amiga y buscando algo para leer, me encontre con la trilogía completa de Millennium.
¿Por qué no? me dije. Agarré el primer libro y lo he soltado ayer. De un tirón, salvando los paréntesis propios de una familia a la que hay que atender (algún día escribiré algo sobre como detrás de cualquier gran escritor hay una extraordinaria mujer).
¡Qué buena novela!
Yo no soy crítico de profesión (¿existe esa profesión?) sino editor. Pero ante todo, soy un empedernido lector, por virtud y por vicio. Y como lector os digo que he disfrutado enormemente con la lectura de Los hombres que no amaban a las mujeres, primer libro de la trilogía.
Comenzando con el título, algo extraño en los tiempos que corren pero que, poco a poco, según lees comprendes lo profundo, lo entrañable, que se esconde en el título. "En Suecia el trece por ciento de las mujeres han sido víctimas de una violencia extrema fuera del ámbito de sus relaciones sexuales" (introducción a la tercera parte).
Stieg Larsson nos describe un claroscuro de la socidedad sueca del siglo XXI. Una familia con gran poder económico y político algo venida a menos, que oculta multitud de secretos inconfesables. Precisamente el dilema moral que atraviesa de arriba abajo al periodista Mikael Blomkvist ante la posibilidad de revelar un secrteto es uno de los hilos conductores más finos que he leído nunca.
Una novela muy alejada de esas catedrales sometidas a fuertes vientos cuyos pilares no aguantan, o de esos demonios enfrascado en especulaciones sobre si tal o cual código nos acerca a la verdad.
El autor nos describe una serie de personajes a través de la novela que los hace cercanos, inteligibles, llenos de ternura o de la más terrible lucidez sádica. Escoje o dedicar 10 páginas a describir un personaje sin que te aburras y volver 200 más adelante a añadir algún detalle de su personalidad que te hace profundizar en su alma, o presentar al patriarca de la familia Vanger a través de las 665 páginas sin que sepas muy bien como es dicho individuo.
La novela es dura, muy dura, quizás de lo más fuerte que he leído nunca. Dudo que muchos lectores no se hayan saltado párrafos completos del tipo:
"...abrió la boca para gritar. La cogió del pelo y le metió las bragas en la boca. Luego la colocó algo en los tobillos, le separó las piernas y se las ató dejándola completamente indefensa. Le oyó moverse...Luego experimentó un terrible dolor cuando le introdujo, violentamente, un objeto por el ano."
Evidentemente, no amaba a las mujeres este sádico violador. Un párrafo que no es precisamente el más duro y que refleja, de forma extrema quizás, lo que muchos hombres piensan sobre las mujeres.
Una trama conductora que es penetrada por otras tres que siendo independientes, tienen nexos comúnes. Y lo más sorpredente de todo ello es que son casi 200 páginas para el desenlace. Nunca había tenido en mis manos un libro al que no le sobrara ninguna página. Si alguien os molesta durante la lectura de estas 200 páginas, mandarle al carajo.
"El dieciocho por ciento de las mujeres de Suecia han sido amenazadas en alguna ocasión por un hombre" (introducción a la primera parte).
Y ya paro porque si continuo escribiendo os digo como es Lisbeth Salander.

Jorge Ruiz