martes, 20 de abril de 2010

Entrevista al ganador del Premio Astro

Enrique Cortés, ganador del I Premio Astro.


Gabriel Guerrero ha publicado en El Heraldo del Henares, una entrevista al gandor del Premio Astro que reproducimos integra.


Equipo Sirius y la Universidad Autónoma de Madrid apadrinaron la entrega del primer Premio Astro de ficción científica Internacional que se realizó el pasado 23 de marzo en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (c/Zurbano, 3 de Madrid). El acto comenzó con la proyección del cortometraje "Mama", de Pablo Berger. A continuación, Don Cayetano López Martínez, Catedrático de Física y Director del CIEMAT propuso la reflexión "La ciencia en la ficción". Y, por último, el jurado anunció al ganador de esta primera edición, cuyo premio entregó Jorge Ruiz, editor de Equipo Sirius.

Fue una velada entretenida, amena e interesante. Cayetano López Martínez expuso una trabajada reflexión de lo más destacable del genero de ciencia-ficción, sorprendiendo a más de uno por la riqueza y variedad de sus contenidos.

Los finalistas habían sido:

  • Acceso restringido, de Juan Miguel Duarte.
  • Advent, de Laurent Luter
  • Ishterión, de Spooky
  • La sombra de la luz, de 01101101 11101101
  • Neogénesis, de Sara Birzal.

Me consta que las obras seleccionadas como finalistas destacaron por su alto nivel tanto de contenidos como de formas. Mis felicitaciones a sus autores.

Y el premio fue para Enrique Cortés por la obra titulada: “La sombra de la luz”.

A continuación os ofrezco una entrevista con el autor ganador del Primer premio Astro 2010 de ficción científica.

1. ¿Cómo surgió la idea de tu novela, en qué te inspiraste?

A menudo las ideas para escribir surgen de repente. Mientras charlas, paseas o escuchas una conversación salta la chispa. En este caso, creo recordar que fue una frase de una canción de Enrique Bunbury: “y el espacio es un lugar tan vacío sin ti…”. He vivido ocho años en Madrid y sé que hasta la ciudad más grande puede parecer vacía si sientes la ausencia de un ser querido.

2. Los que asistimos pudimos disfrutar de una emotiva carta de agradecimiento por el premio. ¿Qué significa para ti? Por cierto, firmaste tu nombre de forma muy original en código binario. ¿Por qué motivo?

Este premio llega en un momento muy importante de mi vida. Mi madre está muy enferma y he tenido la oportunidad de ofrecérselo. Además, por supuesto, es emocionante que personas que saben tanto de ciencia y literatura reconozcan mi pequeña obra.

01101101 11101101 es una especie de homenaje. Las máquinas nos ayudan a escribir, nos sirven para comunicarnos, nos permiten romper las barreras de la distancia… y tienen un importante papel en la novela. Quería firmar en su lenguaje, mucho más cercano a nosotros de lo que pensamos. Recuerdo que cuando salieron publicados los finalistas, alguien, al ver mi seudónimo, escribió en un foro: “¡A ver si va a ganar el premio una impresora!”.

3. ¿Cómo definirías el género de ciencia-ficción?

Como la parte de la literatura de ficción que permite especular con las infinitas realidades posibles y presentar alternativas futuras, presentes o pasadas de nuestra realidad donde las ciencias, los experimentos sociológicos o cualquier otra variable hayan dado lugar a una nueva realidad que merezca la pena ser narrada.

4. ¿Tus autores y obras favoritas?

Soy un amante de la Literatura de la Antigüedad, desde la épica del Gilgamesh sumerio hasta los cuentos del Panchatantra hindú. De la literatura española, me quedaría con los siglos XV al XVII: Lope de Vega, Cervantes, Góngora… Considero que siempre tendrá más sentido leer a Jorge Manrique o a Quevedo que alimentarse de best sellers encumbrados por las adaptaciones cinematográficas de Hollywood. Además, es mucho más entretenido.

5. ¿Cómo te iniciaste en el fascinante y, a veces, complejo arte de contar historias?

No recuerdo el primer relato que escribí, pero sí el primer libro que me envolvió con su magia. Fue El Hobbit, de Tolkien. Yo estaba enfermo, con gripe, y mis padres me lo trajeron de la biblioteca. Como la Game Boy se había quedado sin pilas, empecé a leer, y pasé los siguientes días enganchado a la historia. Cuando volví al colegio, descubrí que había hecho mi primer “amigo de papel”, mi querido Bilbo Bolsón.

6. ¿Qué nuevos proyectos tienes entre manos?

De momento, seguir dando clases a chavales de entre 12 y 18 años. En lo literario, hoy en día genero ideas a mayor ritmo del que soy capaz de alcanzar al escribir (nunca aprendí mecanografía, por lo que me apaño con tres o cuatro dedos). Tengo un par de cajones llenos de cuentos y novelas, pero irán saliendo poco a poco. No tengo ninguna prisa en publicar y prefiero que lo que salga, salga bien limado.

7. ¿Cómo ves el actual estado de la ciencia-ficción en general y de la española en particular?

Excepcional. Personalmente, estoy bastante harto de novelas que cuentan la-historia-de-mi-abuelito-en-la-Guerra-Civil, relatillos de templarios, novelas pseudohistóricas en las que el autor sólo sabe de Historia lo que ha buscado en la Wikipedia y libritos que relatan el redescubrimiento de la sexualidad por parte de una mujer pasados los cincuenta. Hay mucho de lo mismo, hasta la saciedad. Las autoras y autores de ciencia ficción, y destaco muy especialmente los españoles, están rompiendo estos moldes y buscando ideas nuevas y frescas, experimentando con el relato y logrando resultados que quizá no consiguen colarse en las estanterías de más vendidos de los hipermercados, pero que sin duda ofrecen una lectura amena y original. Además, tenemos la suerte de contar con grandes lectores y editores, como la gente del Equipo Sirius, que invierten su tiempo y su dinero para dar a conocer la ciencia ficción española.

8. ¿En qué crees que se diferencia este género literario del resto?

La ciencia ficción es el género abierto por excelencia, abierto y sin miedo a innovar, abierto y sin deseos de repetir ochenta mil veces lo mismo. Hoy en día, sus tramas son el referente constante de las grandes películas y series de televisión, como Perdidos o Stargate, pues la ciencia ficción lleva muchas décadas apostando por la originalidad y corriendo el riesgo de colocarse un paso por delante de los demás géneros literarios. Eso le ha llevado a ciertos fracasos, pero también a numerosos éxitos.

9. ¿Cuál ha sido la última obra de Ciencia-ficción que has leído?

Cathedral, de Óscar Casado (Transversal), y una relectura de la última reedición norteamericana de Ubik, de Philip K. Dick. Ambas imprescindibles.

10. Unas palabras finales para los lectores del Heraldo del Henares, las que quieras.

Lean La sombra de la luz o lean lo que quieran, pero lean.

Enrique Cortés es profesor de Literatura en Lucena (Córdoba). Nació en 1980. Es licenciado en Derecho y ha realizado estudios de interpretación teatral y doblaje. Su primera novela fue La Torre, que publicó en 2007 bajo el sello editorial Umbriel y ha sido traducida al alemán.

Solo me queda por añadir que ya ha sido anunciada la convocatoria de la Segunda Edición del Premio Astro. Animaos y participad, merece la pena.

Gabriel Guerrero Gómez

www.sillmarem.blogspot.com

martes, 13 de abril de 2010

¿El origen del pulp?

Galería Fúnebre de Espectros Ensangrentados


Dicestudemili… Llegada la edad militar, sería el año 89, quiso el Rey Nuestro Señor desplegarme por los montes Pirineos a fin de contener una potencial invasión de andorranos o franceses. Debo decir que el año que estuve en filas cumplí primorosamente la misión, sin que en ese tiempo profanasen tierra patria las botas invasoras.

Carne de cañón que siempre he sido, me asignaron a cocinas (cabo pelapatatas), labor que alternaba con la de bibliotecario de la Academia de Sargentos. Lejos del hogar y en la mejor tradición castrense, me abandonaba de vez en vez (no siempre) a la bebida, hasta acumular unos 90 días en arrestos e innumerables guardias, sin duda fruto de la alta estima que mi persona inspiraba a la superioridad. En estos trances gran alivio fue siempre la lectura, y recuerdo leer a capazos, bolsas enteras que me trincaba de la biblioteca mientras vigilaba que los gabachos no volviesen a las andadas. Debo pues al ministerio de Defensa una parte de mi acerbo cultural.

La biblioteca estaba bien servida. Tenía una potente sección de novedades y libros flipantes como el memorial de Bernal Díaz, ensayos sobre los tercios y hasta un manual de inteligencia que enseñaba a torturar con educación (torturar pero sin pasarse, interrogatorio presionante era el eufenismo utilizado).

Entre estos libros flipantes estaba el que yo creo debe ser el más antiguo pulp escrito en castellano. Me refiero a “Galería fúnebre de espectros y sombras ensangrentadas, o sea, el historiador trágico del linaje de las catástrofes humanas”, de Agustín Pérez Zaragoza, libro popularmente conocido como Galería Fúnebre… Editado en 1831 y rescatado para la modernidad por Luis Alberto Cuenca en edición del ministerio de Cultura de 1977. Si mal no recuerdo (porque no encuentro noticia cierta de esto en internet y no estoy nada seguro) eran 2 tomos que resumían los doce iniciales.

Galería fue posiblemente el libro de más éxito de cuantos se editaron en la cuarta década del XIX. Literalmente, arrasó. No obstante, nada de él hallarán en los libros de texto, prueba clara de que el estudio de la literatura popular deja mucho que desear.


¿Y de qué va? Se le suele clasificar de narrativa gótica, pero yo creo que es pulp. El objetivo de Don Agustín no era otro que acojonar a las dueñas con historias macabras, las más de las veces protagonizadas por malos malísimos que trataban de saciar sus instintos con virginales criaturas.

Suelen ser sucesos supuestamente veraces acaecidos en el extranjero pero con un inconfundible sello español en la abundancia de garrotes, trabucazos y navajazos. Por ejemplo, un ladrón entra a robar, sorprende en lencería a la niñera… y lo que suele pasar en estos casos… Gritos desesperados, niños degollados a hachazos y la pobre criada que, a punto de perder la honra, recibe la gracia de morir pre-copulandis de un jamacuco fulminante (la cuestión es llegar entera ante el Altísimo). Como detalle de fino estilista, Pérez no duda en colocar a algún tierno infante que escondido en el armario será testigo de la hecatombe. Cuando los padres regresan, la madre ve el estropicio y se desmaya o palma y el padre entresaca la horripilante historia de labios de su retoño. Ni que decir tiene que gracias al niño (“angelical criatura, pozo de inocencia”, en términos Pérez) el homicida es ajusticiado no sin antes deparar el tradicional divertimento de amputa aquí y corta allá y estertores en la cuerda. El bien siempre prevalece.

Galería Fúnebre es una lectura muy recomendable para interesados, para especialistas y para autores de terror, pues siempre es bueno conocer a nuestros clásicos. También para aficionados a la historia editorial y en general a la literatura popular. Si lo ven en un mercado de viejo, cómprenlo ni que sea como rareza.



En su día no me leí más que unos cuantos relatos pero me aventuro a sospechar que a diferencia del gótico, Galería incidía en temáticas absolutamente cañís y dignas de El Caso. Más que duendes y tormentas (que también), Pérez gusta de utilizar bandoleros, nobles sicópatas, bandoleros, moros, bandoleros, locos, bandoleros… Enfatizando los momentos truculentos y la tensión sexual entre virginales criaturas y garrulos de la más baja estofa y peores intenciones.

Se ha dicho que la truculencia es un tropos literario del romanticismo, en oposición al “buen gusto” que domina al neoclasicismo, de ahí que quizá Galería deba ser leído como versión patria del Sturm und Drang…. Personalmente, me cuesta creer. Pienso que la sangre siempre ha tenido su mercado “underground”, llámese El Caso o llámense martiriologios en los que curas de fantasía caliente explicaban con todo lujo de detalle como le arrancaban las domingas a Santa Brígida. Sí que está claro que existe un romanticismo populista (del que los autores más fashion aberraban, por ejemplo Larra) que en los años 30-40 recorre Europa y anega los teatros y folletines de verdugos, espectros y matarifes. Un subgénero –pseudogore tremendista, me atrevo a sugerir- que será parcialmente desterrado de los rankings de ventas por la novela de aventuras a lo Dumas y que, por lo demás, coexiste con la edad de oro de la novelística europea; Sthendal, Flaubert, Balzac…

Me quedo con el nombre; Galería Fúnebre de Espectros y Sombras Ensangrentadas. Creo que le sobra el sombras o espectros, es decir, hubiera quedado redondo como Galería Fúnebre de Espectros Ensangrentados o Galería Fúnebre de Sombras Ensangrentadas, ¡pero que cacho de título en cualquier caso! ¡Cómo se fija en la cabeza! Y es que el Sr. Pérez no sería muy proustiano (literalmente en el prólogo nos advierte que Galerías no es ni para maricones ni jovencitas con ínfulas intelectualoides) pero sabía titular. Vean sino de el arrebatador título de una de las novelas que componen la serie: “La príncesa de Lipno o el retrete del placer criminal”… Sin comentarios.

Les dejo con un blog en el que se incluye un fragmento de Galería… El único sitio en el que he encontrado textos e imágenes de la obra original.

Resulta interesante el prólogo firmado por el propio Agustín Pérez

También este artículo gafapasta sobre el contexto.

Qué se deleiten….

Sargento Besa