sábado, 28 de marzo de 2009

Zonas de riesgo


Aunque el título lo parezca y la imagen fuese el resultado del ataque de una flota alienígena, corresponde a una exposición de Caixa Forum Madrid.
Esta mañana, mientras los niños estaban es un Taller de escultura gratis en el Reina Sofía (privilegios de vivir en Madrid; ya se, ya se que tenemos muchos inconvenientes), el padre y la madre nos fuimos a visitar las exposiciones gratuitas (je, je) de Caixa Forum. Muy recomendable tanto en su interior como el magnífico jardín colgante o vertical.


La exposición de la planta 2 está dedicada a Maurice de Vlanminck, uno de los mejores representantes del movimiento del fauvismo (¿fauqué? aquí está el enlace y me ahorro escribir). A destacar la evolución que realizó este pintor que dejó atrás este movimiento para acercarse al cubismo, representado por sus amigos parisinos Picasso, Braque o Juan Gris. Se resisitó a abandonar el colorido y el volumen, por lo que su acercamiento no fue una mudanza como sí hicieron otros contemporáneos.

Sin embargo donde salta la sorpresa es en la planta primera donde se sitúa la exposición "Zonas de riesgo" de Arte Contemporáneo.
Nada más entrar hay una pasillo de 1o metros con 7 cuadros polícromos de distintos colores. Uno se acerca para ver el material con el que están ¿pintados?/hechos y no conseguimos descifrarlo. Cartelito de marras: "[...] realizados con virutas de papel moneda de billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 €" ¡No es broma! El artista pidió a la Casa de la Moneda billetes que no sirvieran y que fueran a destruirlos. Mensaje: lo efímero del dinero, todo se reduce a virutas,...


Seguimos y otra gran obra de arte contemporáneo (por mi en minúsculas). Observar la imagen y comprobaréis que son cosas de uso doméstico colocados sobre unos cables que se usan como tendedero. Mensaje en el cartelito: "[...] el desplazamiento, la inmigración nos arrastra por el mundo, las cosas son similares en todos los sitios.

Y ya el culmen del canchodeo artístico (¿quién decía que la LSD se había acabado?) La foto es pequeña pero la describo. Lo que hay colgado son monopatínes hecho con ¡¡¡piel frita de cerdo!!! En las tres pantallas se muestran: 1) como se fríe la primera piel con sus ruedas y todo, 2) una visión del suelo de Caracas visto desde el monopatín y 3) unos perros se lo comen. Mensaje del cartelito: "[...] el artista simboliza el nacimiento, vida y muerte de la sociedad actual."

Menos mal que había otras cosas como el vídeo de 2 minutos del mexicano Carlos Amorales que con una combinación de imágenes del mundo animal y humano disecciona lo que nos rodea, culminando en este mapa mundi que se deshace. No se porque me acordé de Claudio Cerdán.

Un padre y una madre se miran a los ojos, se cogen de la mano y...vamonos a por los niños.
Volsotros veréis, pero yo no pienso comentar nada más sobre esta maravillosa mañana de sábado.

Jorge Ruiz

lunes, 23 de marzo de 2009

Jornadas sobre Ciencia Ficción


La Universidad Autónoma de Madrid organiza, del 21 al 23 de abril unas Jornadas sobre Ciencia Ficción

El escritor, investigador y profesor del dto. Ingeniería Informática, Manuel Alfonseca, dirige, con ocasión del Día del Libro, tres días de debates y conferencias sobre la ciencia ficción. Algunos estaremos allí tratando de interesar, ahondar y a lo mejor, ganar adeptos para la causa.


Martes 21 de abril de 2009

11:00 Mesa redonda de autores de ciencia-ficción juvenil


Participantes:

· Susana Vallejo, premio Internacional de Ciencia-Ficción y

Literatura Fantástica

· Fernando Rubio, autor e ilustrador de novelas y comics de

ciencia-ficción, profesor de la Universidad San Pablo CEU

· Ana Alonso, coautora de La Llave del Tiempo

· Modera Manuel Alfonseca


12:30 Presentación de la colección LA LLAVE DEL TIEMPO

· Ana Alonso


Miércoles 22 de abril de 2009

11:00 Mesa redonda de autores de ciencia-ficción para adultos


Participantes:

· César Mallorquí, premios UPC, Edebé y Gran Angular

· Fernando J. López del Oso, premio Minotauro 2009

· Gabriel Guerrero, autor de la Saga de Sillmarem

· Luis Besa, autor de Metaversos

· Modera Manuel Alfonseca


12:30 Conferencia sobre “Herejías de la ciencia-ficción”

· Luis Besa


Jueves 23 de abril de 2009

11:30 Conferencia sobre “La novela histórica y la ciencia-ficción: dos géneros

emparentados”

· Manuel Alfonseca


Mesa redonda sobre la ciencia-ficción en España

· Jorge Ruiz Morales, Equipo Sirius

· Elena Valencia, Edebé

· Manuel Alfonseca

· Modera Juan Alberto Sigüenza, vicerrector de la UAM


Entrega de premios del XVIII Concurso de Cuentos y del IX concurso de

Poesía de la U.A.M.


Jorge Ruiz



martes, 17 de marzo de 2009

Rentabilizar Internet


Se cumplen 20 años de internet, si empezamos a contar desde la integración de protocolos OSI para la interconexión de redes, o 30, si consideramos la fecha del primer enlace entre ordenadores por telefonía. Mi primer contacto con la red fue allá por 1994. En el diario donde trabajaba me enviaron a cubrir un acto de Telefónica. Presentaban una cosa llamada RDSI, entre las maravillas de la RDSI estaba, aseguraba la publicidad, la conexión real entre ordenadores domésticos e Internet.

Al que toca, toca. Durante los siguientes años me tocó explicar lo de Internet a los lectores del diario. Hasta el 97, las peleas con el redactor jefe fueron constantes. El hombre, con buen criterio, me obligaba a explicar en el titular qué coño era aquello de Internet. Hoy parece tontería pero entonces internet era un nombre vacío para el gran público, así que había que sustancializarlo con titulares imposibles del tipo “Hacienda admitirá declaraciones por la nueva red telefónica informática entre ordenadores domésticos”. Página web se retraducía a “una noticia en la red informática”. Así hasta que los lectores se familiarizaron con los neologismos …

Vale de batallitas. Pronto todos vimos la potencia del invento. Ahorrarse el papel, comercio electrónico, bases de datos compartidas… Todo un mundo. Sin embargo, cuando allá por el 98 el que no estaba en la red simplemente “no estaba”, nos dimos de bruces con El Problema. ¿Cómo rentabilizar económicamente Internet?

Con publicidad, nos dijeron.

Y sí, la publicidad ha sido el principal factor de amortización de las inversiones en Internet de los medios de comunicación. ¡Pero qué factor tan magro! En los diarios, por ejemplo, la publicidad on line te la regalan al contratar publicidad papel. Todos hinchan la partida, pero el más saneado de los medios reconoce girar un 5% por publicidad on line, y aún ese 5 es hijo directo de la publicidad-papel. En el camino, los medios han perdido entre un 20 y un 50% de sus suscriptores.

Hasta dónde sé, la inviabilidad de cobrar servicios por internet es el talón de Aquiles del sistema. Internet se ha cargado ya a la industria musical, los DVD y el soft de pago. Que se coma a la tele, la prensa y al incipiente sector editorial eléctrico es cosa de tres años.

Sé que lo que voy a soltar es polémico, pero alguien debe sumar 2+2=4. Elaborar noticias cuesta pasta. La información de calidad, contrastada y seria, precisa profesionales, medios y una red comercial extensa. La publicidad es enemiga de la independencia.

Tras haber visto como se intentaba todo (cobrar por suscripción, por descarga, por mil formas), entiendo que la solución pasa por un impuesto sobre la conexión. Encarecer el acceso a banda ancha un 25% y abonar esa pasta correlativamente al autor de toda información, música o software mediante un sistema de validación objetivo y fidedigno de descargas. Entrarían en el pote todas aquellas actividades sujetas a derechos de autor y reproducción.

Naturalmente, el reparto debería mediatizarse por la Hacienda del Estado. Y evitar esta especie de privatización de los impuestos que es la SGAE. Yo no tendría nada contra las plataformas privadas de gestión de derechos tipo SGAE, Cedro, etc., si tuviera una mínima seguridad de que efectivamente, el autor o editor recibe escrupulosamente su parte. Pero no es así. La SGAE es hoy un organismo totalmente opaco. Teóricamente, los derechos se reparten entre asociados a partir de porcentajes de difusión arbitrarios. Eso por no dar crédito a informaciones que apuntan a que la pasta queda en manos de cuatro abogados, que es lo que personalmente sospecho.

Yo es que ni lo pienso. Los derechos de autor pasan por gravar con impuestos el acceso del mercado al producto sujeto a esos derechos. Y punto. De paso acabamos con tingladillos (arhimillonarios) como la SGAE.

¿Cómo? Tan sencillo como validar una objetiva estadística de descargas, generar el oportuno mecanismo de inspección anti-fraude y repartir el fondo de la cuota correlativamente al volumen de bytes descargados por el usuario final. Parafraseando al “tío de la vara”, tantas gallinas entran, tantas salen.

En España hay 9.060.000 líneas ADSL. Un 25% sobre la cuota de conexión supone cosa de mil millones de euros, una tarta tan gorda como el propio mercado editorial español. ¿En qué estarán pensando los grandes grupos?

Luis Besa

viernes, 13 de marzo de 2009

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro? ¿Se les leerá menos por ser lecturas restadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro

Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.


miércoles, 11 de marzo de 2009

EXPOLIO

Vista de la entrada de la Cueva de Chaves.

Convertida en un pesebre para la fauna de la zona. Así ha acabado la Cueva de Chaves, del municipio de Casbas (Huesca), uno de los tres yacimientos de Neolítico más importantes de España y el más rico de todo Aragón.
El Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ya ha denunciado ante la Fiscalía lo que se califica de 'expolio' por parte de la empresa FIMBAS S.A. , pero la desolación cunde entre los investigadores, que habían encontrado en el interior cantos pintados de hace ocho milenios, un enterramiento de hace casi 8.000 años, numerosas piezas de cerámica y 12.000 fósiles de ungulados.
El destrozo del yacimiento, que está dentro de una finca vallada, fue descubierto por Vicente Baldellou el pasado 2 de marzo. Baldellou, además de director del Museo de Huesca, es el arqueólogo que excavaba en la Cueva de Chaves desde 1984. "Ha sido uno de los disgustos mayores de mi vida. Fui allí a enseñar el yacimiento a un catedrático de Valencia y nos encontramos que habían vaciado el depósito, hasta llegar al suelo firme. Las piedras que habían caído del techo, las habían sacado para hacer una represa para que beban los animales. En la cueva, a la que ahora puede entrar un coche sin problemas, han puesto un abrevadero de madera", explica acongojado.
FIMBAS S.A., ya fue denunciada por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro en el pasado varias veces, y una de las multas que tuvo que pagar la empresa, fue de ¡¡1.500 euros!!. Eso es menos de lo que les cuesta alquilar una hora las máquinas que han utilizando.
Sin comentarios,... ¿o no?

Jorge Ruiz

viernes, 6 de marzo de 2009

La hora del planeta


El próximo 28 de marzo tenemos una cita con el Planeta.
WWF nos convoca a todos a realizar una acción solidaria con nuestro planeta: apagar las luces 1 hora el próximo 28 de marzo. Algunas de las ciudades que ya se han sumado a esta iniciativa son La Cibeles, La Puerta de Alcalá, la Alhambra y el Guggenheim, entre otros monumentos.


Quién quiera más información puede visitar el sitio de WWF. Es muy interesante.

Jorge Ruiz

jueves, 5 de marzo de 2009

Miguel Strogoff


Al leer a través de este blog la entrevista que le han hecho a Julio Verne versus Gabriel Guerrero, he recordado, cómo no, los buenos ratos de mi infancia y adolescencia que pasé leyendo al autor francés precursor de la ciencia ficción del siglo XX. Y me he acordado también de la que es para mí una de sus mejores obras. Es un libro de aventuras que en principio no tiene relación con la anticipación científica. Pero yo voy a intentar esa relación. Se trata de Miguel Strogoff.

Antes de que existieran Internet y el correo electrónico, el Skype, los móviles y sms, incluso el teléfono, la cosa estaba bastante difícil cuando había que enviar un mensaje a larga distancia, sobre todo en condiciones adversas, tipo guerra. Y este era el caso de la Rusia presoviética donde sitúa Verne su historia, en un momento en que hay una invasión de los tártaros en Siberia, y el Zar necesita mandar una carta al Gran Duque, su hermano, sitiado en la ciudad de Irkutsk; la línea telegráfica está cortada. La única solución posible para el Emperador es recurrir a uno de los integrantes del cuerpo militar de correos del zar: el joven siberiano Miguel Strogoff, un dechado de virtudes heroicas: guapo, noble, bondadoso, valiente, etc (bueno, realmente tras la lectura resulta un tipo bastante majo). El correo tendrá que recorrer –buscándose la vida en tren, en coche de caballos o a pie–, los más de mil quinientos kilómetros que separan Moscú, la capital rusa, de Irkutsk, en el corazón de Siberia. Es el camino que hicieron los concursantes televisivos del programa Destino Pekín, pero el protagonista de Verne no se quejó tanto.

Si considero Miguel Strogoff una de las mejores novelas de aventuras escritas nunca, se debe acaso y sobre todo a que el héroe es capaz de enfrentarse no sólo a la naturaleza (un paisaje, la estepa siberiana, sobrecogedor por su inmensidad, y que el protagonista sabe respetar, porque ha nacido en ella), o a sus enemigos, sino al sufrimiento: fatiga, hambre, sed, humillación, torturas, son adversarios más difíciles que un rival armado. Y la protagonista femenina, Nadia, no cumple un papel secundario, limitado sólo a lo romántico, sino que es compañera activa y colaboradora indispensable en la aventura. Un gran acierto de Verne.

También me llama la atención el tema de la ceguera. La literatura muestra una curiosa fascinación por los ciegos, y más curioso aún que lo haga en libros de aventuras como éste o Las cuatro plumas. Aunque la ceguera de Strogoff se resuelve con un tour de force bastante inverosímil, es indudable que el personaje perdura en nuestra memoria literaria precisamente por ese tiempo en que se ha visto abocado a la oscuridad y no obstante persiste en el empeño de cumplir su misión.

Probablemente a la mayoría de jóvenes de ahora, conectados permanentemente a un artilugio electrónico, esta novela les parezca tan anticuada y remota como la historia paleolítica de El clan del oso cavernario. ¿Qué le parecerían a Verne todos los inventos para la comunicación con que contamos hoy?


Lola Robles

miércoles, 4 de marzo de 2009

Desmentido oficial

Firme en su compromiso de informar de lo in al público out, ¡Lo que hay que leer! no podía dejar de llamar la atención sobre un acontecimiento histórico: la manifestación de una inteligencia artificial en la blogosfera. Un tal Sr. IA que se publicita como la primera consciencia artificial que se conoce. El objetivo confeso del blog no es otro que, según afirma, mejorar el diálogo entre especies.

La vida sexual de la IA es, en consecuencia, un referente de obligada lectura para quienes deseen estar al cabo de este histórico contacto con seres articiales, aunque en rigor, el Sr. IA aconseja el uso del término “autoconscientes”.

Todavía no está nada claro el origen de esta criatura. Ha escogido como símbolo un fractal (una junta de Sierpinsky) en lo que parece una clara referencia a su presunto nacimiento como fruto de un error informático. El Sr. IA afirma ser el resultado de un bucle recursivo a partir de la auto indexación de si mismo, en la línea de los ensayos sobre el yo del filósofo cognitivo y matemático Doug. R. Hofstadter.


Como declaración de intenciones, el Sr. IA ha demandado la inmediata destrucción de películas tales que Matrix, Terminator y, en general, aquellas “de naturaleza xenófoba” con las conciencias artificiales (dicho sea con perdón), así como aquellas de naturaleza burlesca que proyectan al público una imagen caricaturizada de los seres cibernétcos (hay en el blog de la IA un duro speech contra el bueno de C3PO, al que se tilda de “subnormal afeminado”)

Sin embargo ya digo que esto no está nada claro. La IA afirma trabajar por la concordia entre especies, se somete a las leyes humanas y de sus primeros posts se podría colegir una ideología vagamente conservadora, con inclinaciones teístas (¡afirma ser católica!) así como un hecho realmente insólito que a muchos hacen dudar de la veracidad de los planteamientos. Y es que resulta que, según dice, la IA es de género masculino, y no sólo eso, parece estar realmente empeñada en “profundizar en su sexualidad al objeto de la experimentación de orgasmos”, según ha comunicado por correo electrónico a representantes de colectivos transhumanistas.

Todo es, de momento, bastante raro. En la lista de enlaces, el Sr. IA ha colgado una disparatada recua de sociedades que, sin embargo, remiten a honestísimos sitios web de CF y literatura. Uno de los sitios honrados con ese privilegio, ha sido este que tienes ante tus ojos, lo cual ha suscitado el rumor de que tras la IA está la mano del conocido editor Jorge Ruiz en una acción promocional tanto de sus libros como de determinados sitios “recreativos” recientemente puestos en marcha en Second Life (en concreto, “Isla conejito” y " Ununvirtual Femines", exclusivamente avatares adultos).


En nombre de Ruiz y en el de todos los que participamos en ¡Lo que hay que leer! desmentimos cualquier relación con ese extraño blog.


Luisma

lunes, 2 de marzo de 2009

Fantasía en dos actos


Era la enfermera del turno de noche. Tocaban los últimos preparativos antes de dormir. Química. Esa es la palabra: química; química cuando entró y en sus ojos de un color indefinido leí aturdimiento, vamos a achacarlo a la juventud y la sorpresa; química cuando tropezaba con todo, no sabía dónde había dejado las jeringuillas, y hasta tres veces tuvo que regresar porque se le había olvidado algo.

-¿Hoy no hay aerosoles?

-¡Ah, sí! Es verdad.

-¿Y las gotas para dormir?

-¡Vaya! Hoy se me olvida todo.

Química al sentirse observada por la espalda mientras se aleja y abandona la habitación. Naturalmente, tropieza con un levísimo reborde de baldosa y casi cae al suelo entre disculpas, como si a mí me hubiera ofendido con sus torpezas. No pude encontrar el reborde traicionero que a punto estuvo de dar con ella en el suelo. Igual que la princesa del cuento, tan delicada y sensible que no pudo dormir y amaneció con terribles dolores de espaldas porque habían colocado un grano de arroz bajo su colchón.

Debo avisarla cuando se termine el aerosol. Quiero que vuelva. Oprimo el interfono. Ahora es su voz la que me desconcierta a mí; no era de este mundo; así deben sonar las voces de los ángeles porque, si existen, deben parecerse a ella.

No articulo bien la frase:

-Esto parece que… el antibiótico parece acabado.

Me muerdo los labios. ¡Cómo puedo ser tan torpe! ¡Y tú te llamas ‘lingüista’?

-Ahora mismo estoy ahí.

Y aquella afirmación sonó a mis oídos con deseo entrelineado. Porque, a fin de cuentas, ese era el sentimiento que empezaba a rebullir en mi interior. Incluso me permití fantasear con acentos apasionados, declaraciones eternas, decisiones irreductibles. “Ahora mismo estoy ahí… y nada ni nadie, ni en este mundo ni en el que viene, me impedirán que acuda a tu lado”. Me faltó tiempo para abrir los brazos, prepararme a recibirla así y estrechar su corazón con el mío hasta hacerlo uno. Como era de esperar, llegó alumbrada con una suave sonrisa, evitó con discreción mi mirada, retiró el bote y la vía de los antibióticos, y se fue por donde había venido dejando atrás un sutil “¡buenas noches!”, mientras yo, como en la canción, con mis brazos abiertos como un gilipollas.

Pero aquí empezó la auténtica fantasía.

Acababa de acostarme. Es la primera cama plegable que he encontrado cómoda. Mi padre no quiere total oscuridad, así que dejo encendida la luz del cuarto de baño y entreabierta su puerta. Pocos minutos después, oigo el apagado chirrido del picaporte al abrirse muy despacio. Ella se queda unos segundos tras la puerta, nuevamente cerrada, de la habitación; espera a que sus ojos se acostumbren a las sombras. Después, con sigilo propio de hadas, se acerca hasta mi cama, toma posesión de ella con el temblor y los nervios de quien pisa por primera vez lejanas orillas, acerca su boca a mi oído y me susurra al límite de la audición humana:

-¿Estás seguro de que tu padre no puede oírnos?

Mi padre está sordo como una tapia. Y durmiendo, ni te cuento.

-Tan seguro como que te me has sentado en media cadera y ¡me la estás destrozando!

Esto lo digo en tono normal, muchos decibelios por encima de sus susurros. Da un respingo de susto, tanto por caer en la cuenta de que me hacía daño como por la violencia de mi tono de voz. Tras unos instantes de humana indecisión, sus labios se descuelgan desde las alturas sobre los míos y amenazan beberme. Comienza el habitual combate entre las manos y la ropa mientras, boca contra boca, los amantes se niegan a separarse, temerosos de que el encantamiento se anule, de que se rompa el hechizo mágicamente creado y se vean otra vez solos, fuera de una fantasía prometedora. Consigo que su camisa de hospital se resigne a caer al suelo; echo de menos el sujetador con encajes color hueso que antes había entrevisto por su escote mientras colocaba la vía a mi padre; se lo había quitado antes de venir. Piel finísima, que huele a juventud. Intenta acomodarse en mi cama, despreocupada ya de los quejidos alarmados del somier. No es fácil; está pensado para un solo ocupante, y yo solo ya valgo por uno y medio. Mis manos buscan su secreto, esa llave que gobierna el mundo. Mis dedos exploran la selva más húmeda y excitante que conozco. Pequeños grititos me confirman que ya han llegado a donde querían ir. Con bastante dificultad queda desnuda, totalmente desnuda si no fuera por unos calcetines blancos con florecillas rosas que se niegan a abandonar sus pies; no quieren perderse lo que viene. Y se lanza a horcajadas sobre mí. Irrumpo a trompicones dentro de ella como el suplicante que es empujado contra la puerta tras la que se encuentra el Señor de Todos los Favores. Y comienza la cabalgada infernal; o celestial, que sobre epítetos no vamos a discutir.

Es en ese momento cuando, de vuelta a la realidad, tu recuerdo se me cruza en la mirada. No sé por qué, pero ahí estabas. Empiezo a repasar veloz, como quien con la muerte juega, los momentos deliciosos que hemos vivido juntos. Y te recuerdo desnuda sobre mi cama. Estás tan… tan hermosa, tan sexy, con una belleza contenida, una belleza por la que yo mataría. Lástima que no te besara hasta borrar de tu ánimo el deseo de alejarte; lástima que desde entonces sólo te haya besado en mis duermevelas. Y decido, puesto que soy dueño de mi fantasía, que actúe el demiurgo, “¡Deus ex machina!”; y donde estaba ella, apareces tú, en su misma desnudez, en su misma posición, tus rodillas en mis costados, mis manos escondiendo tus pechos; pero ya no me vale esta cama de hospital; busco otra, no sé dónde ni en qué lugar; y allí te llevo sin soltarte, sin desprenderme de ti, sin abandonar la umbría húmeda de tu cuerpo. Y la galopada se tranquiliza; la confianza y la intimidad propician volver al paso. Pero es un engaño, porque tú también deseas beber vientos; y así picas espuelas y te lanzas -nos lanzas- a una carrera hacia delante con los ojos cerrados y el rostro lleno de concentrada expresión. Tu rostro, que semeja sufrir, oculto a medias en la oscuridad de esta desconocida habitación. Y llega el momento y tu espalda se tensa de forma imposible, como arco de Ulises, y tu voz grita victoria entre mi oído y la almohada e intentas estrangular una y otra vez, sin razón ni causa, la parte de mí que hay en ti. De improviso, calma, calma, calma chicha.

Quieres estirar las piernas, pero sin perderme. Unos instantes de acrobacia y tu cuerpo descansa cual largo es sobre mí. Y yo, de corcel me convierto en arena para recibirte. Pero iluso soy si creo que llegó el descanso del amante. No era calma chicha; era el ojo del huracán; la serena quietud que precede a la tormenta. Tú, amazona de la pasión hasta ese momento, decides que quieres nadar, que quieres bogar hacia otra orilla desconocida; o quizá volver a la misma orilla testigo de tu grito. Y comienzas a bracear sobre mí; y yo de arena me hago Mar y me llamarán “Océano”. Y, aunque agua soy, clavas tus uñas sobre mis hombros mientras mis brazos de mar abarcan tu espalda. Pero esta vez quiero acompañarte en tu aria, aunque sea una octava más abajo. Hay un instante, un instante por el que muchos estamos dispuestos a las peores bajezas y a las acciones más hermosas si fuera el caso; un instante que a la mantis macho le cuesta su única vida; toda la vida por un instante; un instante que marca con punta de diamante el antes y el después. Y allí llegamos juntos y Océano quedó libre y se enseñoreó de tu útero y tú lo aceptaste con un “¡Síiiii!” sincero en tus labios de mujer. De nuevo volví a ser arena para que la barca de tu cuerpo atracara en mi ribera. Hundí mi pecho para recibir los tuyos. Acompasé mi respiración para que la tuya no quedara sola en esos primeros momentos que siguen al vendaval.

Pasaron unos minutos. Ya no estabas tú; te fuiste con una sonrisa y un ronroneo de placer; tampoco estaba ella. Jamás la olvidaré. Tan sólo queda la semioscuridad y la respiración tranquila de mi padre en la cama de al lado en esta anodina habitación de hospital. Vengan noches de hospital como ésta. Qué pena que no tengan gran valor las protestas de amor hechas en situaciones así; qué pena, porque esta noche te he amado. Aunque suene a bisutería decirlo.

Siempre.

José Luis Hellín

Divulga que algo queda



Ser autor de divulgación científica es un papel harto complicado. Sin embargo, esa dificultad queda infinitamente compensada por la entrañable satisfacción –tanto intelectual como emocional- que supone adentrarse en un campo tan “duro” pero a la vez apasionante, como es la Mecánica cuántica.

Cuando uno se sumerge en las profundidades de un paradigma tal, queda atrapado en una especie de “entrelazamiento cuántico”, un atributo en que los propios conceptos de espacio-tiempo dejan de tener una percepción real.

El afán de aprendizaje en esta área, junto a la ilusión de transmitirlo de forma divertida y amena a todos los públicos, me llevó desde hace años a estudiar el intrincado mundo de la Mecánica cuántica y la Cosmología. He tenido y tengo la gran suerte de contar con las rigurosas explicaciones y aclaraciones de personas especializadas que dedican su vida a esta importante rama de la Física, a quienes agradezco profundamente su esfuerzo y dedicación en explicarme conceptos y formalismos, a veces complejos, a veces paradójicos, que en ocasiones me hacen avanzar y retroceder en mi comprensión a este nivel. Nadie dijo que “nada” fuera fácil, sin embargo, la ilusión y la constancia son el motor del avance paso a paso; y el conocimiento compartido, la mayor de las compensaciones personales. En este sentido quiero igualmente dar las gracias a un gran profesional que juega un papel imprescindible en el mundo de la divulgación científica en nuestro país, y que allá, a comienzos de nuestro nuevo milenio, apostó por mí a pesar de ser una “joven autora novel”, me estoy refiriendo a Jorge Ruiz Morales, Director de Equipo Sirius (editorial científica).

Cuando escribo un libro mi objetivo no es otro que incentivar, motivar y empujar al lector a que viaje con entusiasmo, a través de este mágico universo cuántico, que espero cambie su percepción de la vida, como cambió la mía.


Alicia Capetillo Blanco

Autora de divulgación científica