viernes, 21 de mayo de 2010

Mis razones para escribir (David Jasso)


Espero que no se note demasiado que mi sonrisa es fingida. Mi jefe cacarea estentóreamente como si su chiste hubiera tenido alguna gracia. Emito un “je, je” tan poco entusiasta que no desentonaría en un velatorio. El tipo de administración se está descojonando. Se sujeta a la esquina de la mesa como si estuviera a punto de caer al suelo. Si alguien cambiara sus fingidas carcajadas por gemidos, parecería que estuviera a puntito de correrse. Me apresuro a sacar de mi mente esa imagen. “Je, je”, río yo con un rictus helado en mi rostro.

—Y ahora, muchachos, sed proactivos —dice el jefe entre risas mientras pega una fuerte palmada en la mesa. Le encanta hacer eso. Dios, cómo me gustaría que alguien inventara las chinchetas transparentes. Pagaría por una lo que me pidieran.

Salimos de su despacho como groupies rechazadas. Las risas cesan automáticamente en cuanto la puerta se cierra. Creo que el tipo de administración ha tenido un carcajeus interruptus. Me mira sobre sus gafitas llenas de grasa (probablemente procedente de sus cuatro pelos repeinaos al estilo cortinilla raída).

—Ya has oído. Tienes que darme hoy mismo las previsiones de los próximos trabajos. —Sé que está disfrutando con mi marrón. Cabrón miserable.

Me encamino hacia mi pequeño despacho. No tengo ni idea de cuáles pueden ser esas previsiones. Según los informes sobramos todos y antes de que acabe el trimestre nos iremos al paro de forma irremediable. Y mientras, el jefe hace chistes...

Al pasar por marketing veo a las dos becarias (en realidad ellas no son culpables de que despidieran a la chica que estaba antes, ahora la empresa se ahorra una pasta). Son jóvenes y guapas. Están muy juntas frente al monitor viendo un vídeo de Youtube. Levantan la vista y cuando ven que soy yo sonríen y siguen a lo suyo. A una de ellas se le escapa una carcajada tan refrescante como una de esas cervezas de las que me privo para no echar más barriga. Se ríen, probablemente algún gatito acaba de caerse en un charco. Su risa es sincera y espontánea, todo lo contrario a la del cabrón de administración. Una de ellas lleva una camiseta bastante escotada con Maggie Simpson impresa ofreciéndome su chupete. Estoy tentado de asomarme un poco, pero cierro los ojos. No hay nada que hacer, son tan inalcanzables como la paz mundial o que yo logre hacer tres abdominales. A veces me duele mirarlas. O escuchar sus jóvenes risas. Me recuerdan todo lo que ya no conseguiré. Todo lo perdido.

Sigo adelante arrastrando los dedos por la pared. Necesita una mano de pintura. Ya nadie se la dará. La máquina de café vuelve a mostrar el post-it “Se traga la pasta”. Mira, como el director general. En mi cubículo los papeles se amontonan en la mesa. Me dejo caer en la silla, evito el muelle que siempre intenta colonoscopizarme. Han capado internet, ni siquiera puedo escuchar Spotify (sin embargo en marketing pueden ver Youtube, no te jode). Miro los informes como si acabaran de brotar de una alcantarilla. Me gustaría fundirlos a golpes.

Esta noche al llegar a casa me desahogaré, puede que mate a varias personas. O quizás destruya el mundo. Es lo que tiene escribir. Sí, lo haré. Me encanta escribir. Me libera.

¡Oh, mierda! No me acordaba. Mis suegros estarán en casa, vienen a pasar una larga temporada. Y todavía tengo pendiente la conversación que mi mujer me ha pedido que mantenga con nuestra hija porque va desenfrenada y ha suspendido seis. Joooder. Hogar, dulce hogar…

En cuanto pueda ponerme a escribir, destruiré todo el puto universo. Lo juro. Y... ¿aún me preguntas las razones por las que escribo?


David Jasso

4 comentarios:

Sim dijo...

Jodo Jasso, acabas de poner el nivel en el KH2. Como me gusta la cafetera que mira con ojos de director general, y el cabrón miserable... La verdad que una muy buena razón.

Alex dijo...

A mí me gusta más lo de "matar gente" para desestresar, mola hacerle perradas a tus personajes.

David Jasso dijo...

Sim, las cafeteras miran como directores generales cuando no se usan cursivas. Pero... como sé que no le gustan nada a Jorge...
Por cierto, ¿KH2? ¿Kingdom hearts 2? ¿Mola?
Alex, tú, mata, mata para desestresarte. (Y luego escribe sobre ello)
Os dejo, voy a cargarme a algún personaje (literario, no de video juego. Aunque cada vez acaricio con más intensidad la opción de cargarme a mi suegra en la vida real).

Jorge dijo...

¡Oye David, que a mi no me pasa nada con las cursivas!
Hoy he oido en la radio que en el pueblo llamado Frailes, hay un ciudadasno al que llaman "matasuegras", y así le conoce todo el pueblo. El no tiene culpa de nada, pero fue su padre el que mató a su suegra y le ha quedado por vida el asuntito.