lunes, 28 de diciembre de 2009

Felicidades Papá Manuel


Mi amigo Alberto, uno de los más importantes astrofísicos españoles me manda está felicitación, que comparto con vosotros.
Los científicos también tienen sentido del humor.

Jorge Ruiz

sábado, 19 de diciembre de 2009

Interiorismo


Acabo de volver de un cumpleaños, donde he visto esta decoración en una pared. Preguntando (inocente de mí) a unos y otros, me informo que está de moda entre ciertos círculos este tipo de decoración de las paredes.
Personalmente me parece fría y triste. Los marcos debieran estar para contener y retener un pedazo de nuestras vidas, una instantánea del tiempo, feliz o triste, pero de nuestro/mi tiempo. Marcos sin fotografías es utillaje.

RCastro

jueves, 3 de diciembre de 2009

Ojos y tijeras de Sinde(scargas)


El revuelo que ha organizado de nuevo la Ministra Sinde(scargas) con esa comisión que quiere organizar para cerrar internet a la libertad, está originando la oposición cada díade más ciudadanos y organizaciones.
Aquí dejo el preámbulo y los dos primeros artículos del Manifiesto que se está firmando:
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial –un organismo dependiente del Ministerio de Cultura–, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
Parece que al Ministerio de Cultura se le está subiendo la egolatría del Gran Hermano. Hay que recordar lo de censurar una película poniéndola la X.


Carlos Muñoz

martes, 1 de diciembre de 2009

Virtualnomica


Bueno, pues resulta que Metaversos es verdad.

Un poco de autobombo. En mi novela Metaversos (Equipo Sirius 2007) se caracterizaba un universo económico en el que la economía virtual formaba parte relevante de la economía mundial. La clave estaba en la propiedad virtual o el bien virtual, concebido como un bien al que se dota de un valor añadido y se comercializa.

La herramienta que permitía eso eran los juegos de rol on line mutijugador, o sease, los MMORPG. Tan sencillo, o complicado, como inventar una economía paralela que se incardina con la real y deviene una economía prima.

Total, que caminando por la vida y por razones de curro voy y me encuentro con un joven empresario del sector de las TICS. Le pregunto a qué se dedica y me comenta que, bueno, que yo acaso no tendré mayor idea, pero ahora mismo se dedica a franquiciar juegos MMORPG de cierto gran país asiático. Como comprenderéis puse una sonrisa mefistofélica… “Háblame un poco más de lo tuyo”, le dije.

El estado actual de este modelo de negocio es el siguiente. Las grandes plataformas (por usar la terminología Metaversos, pero si queréis y para ser menos snobs se puede traducir por empresas proveedoras de juegos) occidentales sacan un juego, se hace pagar por una licencia, y a jugarrrr…. Periódicamente el jugador recibe (pagando o gratis) las actualizaciones oportunas. Este modelo está kaput. Hoy, los chinos (pues a ese gran país me refería) hacen lo siguiente, emulan con igual o mayor perfección el juego en cuestión y lo sirven gratis a las comunidades. Estamos hablando de redes de jugadores de millones de asiáticos. ¿Dónde está el negocio? En el bien virtual. La empresa gana pasta en la puesta a la venta de “katanas mágicas”, territorios, complementos o, traducido al lenguaje económico, plusvalías.

“No te lo creerás –sigue mi informante-, pero en China hay quien alquila un cibercentro con veinte o treinta operarios dedicados a dar valor añadido al avatar”. ¿Cómo se hace eso? Fácil. Cada avatar sale al juego en similares condiciones económicas, ahora bien, para comprar precisa acumular “moneda local”. Habitualmente, la “moneda local” se consigue pasando pruebas. De dónde el rolero se planta en el mercadillo y ofrece dinero de mentirijillas a cambio de dinero de verdad. Señores, acaba de nacer el avatar cambista, el primer paso económico en el camino a una economía “de verdad”.

Voy a profetizar el siguiente paso. La convertibilidad. De momento el sistema tiene un grave defecto, la “moneda local” es fugaz. Su valor se vincula a la popularidad del juego en cuestión y a la prolongación en el tiempo de dicha popularidad. La moneda local no sirve como moneda real porque nadie garantiza su valor más allá de unos pocos meses. El siguiente paso sería garantizar el valor de tu avatar entre varias plataformas. Es decir, si tu Maxakator tiene un valor de 30€ en Masacre, la plataforma debería garantizar el mantenimiento de ese valor tanto en Masacre.2 como en cualquier otro juego de su catálogo. Eso no ocurrirá. No ocurrirá porque el modelo de negocio en esta primera fase es meramente oportunista. Ahora bien, supóngase que una plataforma garantiza el valor añadido de tu avatar. Es decir, establece una política de cambio. En ese mismo momento el avatar se convierte en una acción, es decir, valor de cotización vinculado a la empresa emisora.


Avatar de Luis Besa el día de la presentación de su libro en Second Life.

Comparar calidad del diseño del avatar con la imagen de apertura.


¡Jesús! ¡Lo que mola esto de la macroeconomía ficción! ¡Acabamos de vislumbrar cómo releches poner en valor el todogratis en que se está convirtiendo la red! Es decir, la Virtualnomica.

A mi todo esto me recuerda a muchas, demasiadas, décadas atrás. Yo era un pésimo jugador de Monopoly y mis hermanas me arruinaban siempre. Mi defecto era que me gustaban demasiado aquellos paquetitos de billetes. Tenerlos pulcramente ordenados y encintados con goma elástica. Escuchar su excitante sonido al pasar el pulgar por el filo del fajo. Dios, me decía, ¿por qué no haces que este dinero de mentirijillas se vuelva de verdad? Mis oraciones tal vez empiecen a ser atendidas.


Luis Besa